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    Glaucoma

    El glaucoma es una alteración a nivel del nervio óptico cuyo principal factor de riesgo es la presión elevada dentro del ojo.  Se caracteriza por una pérdida de la visión, inicialmente  en la periferia, la cual va progresando hacia el centro hasta llegar a la ceguera total, dando en el camino una visión tubular característica.  No tiene cura pero sí se puede controlar una vez se diagnostica, deteniendo así su progresión y evitando llegar a estos estadios.  De allí la importancia de un diagnóstico oportuno.  Normalmente uno no siente nada cuando hay glaucoma sino hasta que se encuentra en sus estadios más avanzados en los que hay disminución de la visión.  Como es una enfermedad silenciosa y peligrosa si no se trata a tiempo, es supremamente importante hacerse un examen con su oftalmólogo por lo menos 1 vez al año, ya que hay ciertos signos en el nervio óptico y la medición de la PIO (Presión Intraocular) que nos pueden hacer sospecharlo.

    • ¿Cómo sospecho que mi hijo tiene glaucoma?

    La causa de glaucoma en los niños es diferente a la causa de este en el adulto, por ende los signos que encontramos también lo son.  Dijimos que el glaucoma en adultos suele ser silencioso, en los niños sí suele dar señales las cuales varían según que tan severo sea el glaucoma.  Los casos severos son muy fáciles de diagnosticar, son los casos más leves los que representan un reto tanto para los padres como para el oftalmólogo.  Los signos principales del glaucoma infantil son lagrimeo, fotofobia, irritabilidad, ojos grandes y córnea azulosa.   En el glaucoma infantil el problema depende de cómo se formó el ojo, las alteraciones producidas en el globo ocular llevan a un aumento en la presión intraocular (PIO) lo cual a su vez lleva a un estiramiento del globo ocular, esto hace que los ojos se vuelvan más grandes y miopes.  La PIO alta también comprime el nervio óptico, lo que hace que se vayan muriendo fibras y disminuya la visión, y la córnea, lo que hace que esta se vuelva azulosa y haya fotofobia.  Esa presión alta le duele al niño y por eso puede haber ojo rojo, lagrimeo e irritabilidad.  El pronóstico visual va a depender del momento en que se corrija el glaucoma, entre más avanzado se encuentre, peor el pronóstico pues es más extenso el daño.  El tratamiento del glaucoma infantil es principalmente quirúrgico ya que el daño es estructural, aun así hay muchos que necesitarán tratamiento con gotas y casi con seguridad gafas después de la cirugía.

    Como ven, es muy importante llevar a los niños desde que nacen a control oftalmológico

    • Sospecha de glaucoma

    Llamamos sospecha de glaucoma al hecho de tener signos compatibles con esta enfermedad pero que no necesariamente significa que la haya.  El principal signo que nos hace sospechar un glaucoma es el tener la excavación del nervio óptico aumentada, esta debe ser máximo del 50% del nervio.  Si es mayor y además tiene otros signos como muescas, hemorragias y/o alteración de los patrones normales de los vasos, nos hace sospechar que podría haber un glaucoma.  La excavación aumentada puede ser normal cuando el nervio óptico es un nervio grande, en este caso se consideraría normal, pero como no podemos asumir esto ya que un glaucoma no tratado puede llevar a la ceguera, es necesario hacer una serie de exámenes complementarios para descartar o confirmar la presencia de glaucoma.

    • Tipos de tratamiento

    Existen varios tipos de glaucoma y según esto se va a determinar el tratamiento a seguir.  El glaucoma primario de ángulo abierto se trata generalmente con gotas para disminuir la presión intraocular ya que el aumento de esta es su principal factor de riesgo, estas sirven para proteger el nervio del daño que la presión pueda producir sobre el nervio.  Cuando ya se están utilizando varios medicamentos para controlar la presión y sigue habiendo daño a nivel del nervio y ausencia de control de la presión, se recurre a la cirugía, hay varias técnicas y con base en lo que el glaucomatólogo encuentre se va a definir cuál es la más apropiada.

    En casos de ángulo estrecho, generalmente se recurre a procedimientos con láser como iridotomía periférica o iridoplastia según los hallazgos que se encuentren en el examen.

    Existe una amplia gama de tratamientos a tener en cuenta y que se aplicarán según el caso específico, pues cada paciente es único.  Consulta a tu especialista para ver qué es lo más apropiado para ti.

    • ¿Siempre lleva a la ceguera?

    El glaucoma no siempre lleva a la ceguera, de hecho, solo la minoría de los glaucomas tratados de forma adecuada llevan a la ceguera.  El gran problema es que el glaucoma es una enfermedad silenciosa y uno puede no saber que lo tiene hasta que este esté bien avanzado y lamentablemente, como es una alteración neurológica, visión perdida por glaucoma no se vuelve a recuperar.  Es por esto que es supremamente importante consultar al oftalmólogo por lo menos una vez al año.  Si un glaucoma se diagnostica a tiempo y se es juicioso con el tratamiento, el cual es de por vida, se puede mantener controlado y no pasar a mayor alteración. 

    • Factores de riesgo

    Existen varios factores de riesgo para el glaucoma, los principales son: 

    • presión intraocular alta 
    • antecedentes familiares
    • Enfermedades como diabetes, alteraciones vasculares tipo HTA, migraña o apnea del sueño 
    • Uso prolongado de corticoides
    • Raza negra
    • Mayores de 60 años
    • Miopías altas (mayores de 5 dioptrías)
    • Córneas delgadas