Es la causa principal de lagrimeo en el recién nacido, se debe a una obstrucción del conducto nasolagrimal al nacer y con la edad suele ir mejorando. Existe una membrana al final de este conducto la cual produce la obstrucción. Entre sus síntomas encontramos además del lagrimeo, el acúmulo de moco y reflujo de este por los puntos lagrimales lo cual puede llevar a sobreinfección y producción de secreción amarillenta. Su tratamiento principal es con masaje a nivel del saco lagrimal y aseo con suero fisiológico. Debido a que existen otras patologías que también pueden producir lagrimeo y que son potencialmente más graves (glaucoma) es importante que todo niño con lagrimeo sea evaluado por un oftalmólogo pediatra para hacer el diagnóstico diferencial.
- ¿Qué tan frecuente es?
Se presenta en aproximadamente el 10% de los recién nacidos, siendo este porcentaje incluso mayor en niños prematuros. Puede ocurrir de forma uni o bilateral
- ¿Cómo se hace el masaje y qué función cumple este
Con el dedo meñique se hacen movimientos circulares aplicando presión moderada a nivel del saco lagrimal, esto ayuda a forzar el paso de la lágrima a través del conducto y a que esta membrana se abra, además de hacer que haya salida del componente mucoso por los puntos lagrimales y así evitar la sobreinfección de este. Esto se debe hacer varias veces al día hasta que el paso de las lágrimas se logre. Sugerimos hacerlos cuando el bebé está comiendo
- ¿Qué tan frecuente es la necesidad de cirugía?
Menos del 90% de los pacientes necesitan cirugía. Un masaje bien realizado suele ser suficiente en la mayoría de los casos